jueves, 20 de febrero de 2014

Carta a un colega

Estimado Ciro Granados:
Cuando vos denunciaste que “un dirigente de un partido político de derecha” te había amenazado de muerte, inmediatamente te mandé un mensaje en tuit diciendo: “Nadie tiene derecho a amenazar la vida de otros, mucho menos de periodistas.”

Esto fue hace una semana. Pero a la fecha vos no has dicho quién te amenazó. Que yo sepa no has ido a la fiscalía para hacer una denuncia concreta contra una persona concreta, con nombre y apellido.

¡Esto no se vale, colega!

Si alguien te amenaza, tenés varias opciones para responder. La más lógica: Lo denunciás con nombre, apellido y pruebas ante la fiscalía y ante la opinión pública. No lo hiciste.

O, si la amenaza es tan seria que pensás que puede desembocar en un acto violento, vas a la fiscalía y la policía, de manera confidencial, para que intervengan y pongan preso al político que te está amenazando.

La tercera opción que tenés es olvidarte de la fiscalía y de la PNC, porque de todos modos no hace nada, y enfrentar al político que te manda amenazas en público. Esto es lo que yo haría.

Pero las tres opciones solamente funcionan si tenés pruebas. Porque si no, cometés el delito de acusación falsa y difamación.

Vos no no te fuiste por ninguna de las tres opciones, sino por una cuarta, que es chuca: Pegar el grito, pero sin decir de quién estás hablando: Yo sé quién me está amenazando, es un alto dirigente de un partido de derecha; yo denuncio el hecho, pero no revelo quién es el hechor.

¡Esto no se vale, colega! Si tenés pruebas, presentálas, y puedes resistir cualquier demanda de difamación. Y todos los colegas te brindaremos solidaridad y protección.

Pero si no tenés pruebas y seguís manteniendo la acusación de manera confusa, para que nadie te pueda contestar, para que nadie se pueda defender – es campaña sucia.

Me extraña que instituciones como la Asociación de Periodistas APES y la Procuraduría de Derechos Humanos hayan echo eco a esta denuncia sin exigirte que la hagás como se debe: con nombre y apellido y pruebas.

Si hay una amenaza contra un periodista, no me importan las diferencias políticas y de ética profesional que podemos tener: voy a estar del lado del colega. Pero si la denuncia es maniobra chuca y tan poco transparente, no cuente conmigo.

Saludos, Paolo Lüers